viernes, 16 de octubre de 2009

Llegan los libros electrónicos. Un nuevo reto para la educación.

Los libros electrónicos los tenemos en el mercado, sus aplicaciones educativas son inmensas. En la próxima década veremos su implementación imparable en este campo. De momento lo primero a mirar en los reproductores de textos es la capacidad que tienen de reconocer los distintos formatos.
Cuando se compre un libro electrónico no se fije mucho en la duración de las pilas (extensísima), ni en el peso (no varía gran cosa). Lo más importante son los idiomas informáticos que puede leer el aparato, los llamados formatos. Hay una retahíla de ellos, unos para textos (en torno a la decena), otros para imágenes (media) y varios para audio. Los más extendidos son el ePUB, el JPEG y el MP3, especialmente el primero ya que lee textos y se supone que el comprador de un ebook es, ante todo, un empedernido lector.
El ePUB se convirtió en 2007 en el estándar oficial del Fórum Internacional de Publicaciones Digitales (IDPF), pero el definitivo espaldarazo a este formato de lectura de textos lo dio el buscador Google, al adaptarlo a su proceso infinito de digitalización de libros. Previamente, Sony, precursora con su e-Reader de los lectores de textos electrónicos, también había creado un código de lectura propio, pero actualmente respalda el ePUB.
Comienza la guerra de la compatibilidad de los sistemas.

El competidor más directo de ePUB es, de momento, el lector de Amazon Kindle. Este lector tiene un catálogo de libros cerrado, sólo para los clientes que han comprado su aparato, y por un formato de lectura propio.
En la actualidad los propietarios de un Kindle no pueden descargarse libros formateados en ePUB, aunque ya han salido varias aplicaciones que lo compatibilizan.
Amazon con su Kindle, tiene un catálogo que contiene 350.000 libros (la mayoría en inglés), donde se encuentran los 10 libros más vendidos del momento, publicados en digital a la vez que en papel y a un precio muy inferior a la edición de tapa dura.
Kindle es solo un modelo entre el medio centenar de los que habrá a final de año, procedentes de 25 fabricantes, la mayoría de ellos en Taiwán. Este nuevo producto puede convertirse en un regalo estrella.
Pronto llegarán los lectores electrónicos con pantalla de colores (ya existe uno de mil dólares: Flepia de Fujitsu), que, pese a su alto precio, alcanzarán el 5% del mercado. Y en 2011 la mayoría llevarán pantalla de color. Para la próxima década se prevé que la mayoría de las pantallas serán táctiles y en colores, flexibles, y con pantallas de cinco pulgadas, para meterlas en el bolsillo de la chaqueta.
La mochila en el cole tiene sus años contados.

La pujanza del sector no será debido a la utilidad del aparato para textos educativos. En una reciente conferencia, Sriram Peruvemba, vicepresidente de E Ink, empresa inventora de las pantallas de estos aparatos, decía: "Los libros de textos serán la aplicación fundamental para la implantación de los ebooks".
La sustitución de la mochila por los libros electrónicos puede romper la actual configuración de los libros de texto en los colegios. El partido demócrata norteamericano está estudiando el ahorro que supondría sustituir en todo el país las mochilas llenas de libros de los estudiantes por los lectores electrónicos y parece apostar por ello.

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